Reflexionando sobre el uso de la tecnología

A lo largo de esta semana, estuve recogiendo en una tabla datos relacionados con algunas de las cuestiones planteadas. 

• ¿Cuántas veces diarias accedes a tu dispositivo móvil?
• ¿Cuánto tiempo dedicas en conjunto a Twitter, Facebook e Instagram? 
• ¿Cuánto tiempo dedicas a las redes sociales de mensajería instantánea?
• ¿Cuántas notificaciones recibes al día?
• ¿Cuánto tiempo dedicas a las pantallas sin contar el tiempo de trabajo? ¿Y en total?
• ¿Comes delante de pantallas?
• ¿Tienes alguna actividad de ocio no mediada por pantallas?
• ¿Pasas algún rato sin hacer nada (de nada)?

He de reconocer que el planteamiento que realice la comienzo de la tarea y  la realidad coinciden básicamente. En definitiva, vivo enganchado a la tecnología, salvo cuando practico deporte o duermo por la noche, que apago el teléfono móvil a partir de las 00:00.

A lo largo del día, puedo acceder a un dispositivo móvil cerca de 15 veces, a veces durante 30 segundos. 

Las redes sociales que más utilizo son Twitter, Facebook e Instagram. Casi todos los días publico o comparto, imágenes o noticias. 

Las redes como whattsapp, que son las más usadas en la actualidad, las tengo silenciadas.Sólo las miro cuando lo considero necesario y respondo aquellos mensajes imprescindibles. 

 Recibo cerca de 30 notificaciones diarias entre todas las redes sociales. 

¿Cuantas horas paso delante de una pantalla sin contar con el tiempo de trabajo? aproximadamente una hora y media. E incluyendo las horas de trabajo, cerca de tres, incluyendo las que imparto como profesor dentro del aula. 

Si algo no practico es comer delante de las pantallas, salvo cuando como fuera de casa. Y para finalizar, es evidente que tengo tengo horas en que me desconecto, especialmente, cuando salgo a correr o andar en bicicleta. Y mis ratos muertos, es cuando leo el periódico, un libro o una revista. Es un momento de relax y procuro alejarme de las pantallas. 

La conclusión final, sería, que debería dedicarle algo de menos tiempo al uso del móvil y en especial a las redes sociales. En definitiva, debemos volver a nuestros orígenes. Antes no existían los móviles y vivíamos igual.